Hoy pasó un torbellino por mi casa

Primero se escuchaba una ráfaga en el fondo, como las que podría escuchar a menudo. Luego le siguió un silbido que a pesar de ser menos frecuente donde vivo, no deja de ser relativamente típico. Pero la duración de ambos excedió aquello a lo que estaba acostumbrado. Elevé mi vista a la ventana, y veo un árbol azotado fuertemente por la ráfaga. En otra ventana vi un torbellino que arrastraba hojas, flores y ramas, y se sentían vibraciones en la edificación. Simultáneamente el torbellino intentaba succionar aire del interior de la casa, hecho ante el cual se procedió a cerrar ventanas, y también por la posibilidad de que entrasen ramas u otros residuos a la casa. Una vez este alejado, observé ramas y hojas en el patio, en la calle; e insectos y gusanos en el balcón. Lentamente desaparecería aquel fenómeno y ruido que invadió la monotonía de la cuarentena.